Por qué existimos

 
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En las tierras del semidesierto de Guanajuato en México, miles de familias de comunidades rurales quedan conmocionadas al descubrir que su principal fuente de agua de la que han estado dependiendo en muchos casos durante generaciones, está severamente contaminada con arsénico y fluoruro. Aquellos que consumen agua con estos contaminantes enfrentan serios riesgos de salud, incluido el oscurecimiento de los dientes (fluorosis dental), la fluorosis esquelética - una enfermedad crónica que deforma y debilita los huesos-, problemas de aprendizaje y trastornos en el desarrollo de los niños, insuficiencia renal y efectos vinculados a varios tipos de cánceres.

El hecho es que cada año y debido a la creciente agroindustria en esta región, - casi exclusivamente para la exportación- los suministros locales de agua se están agotando a un ritmo inimaginable. El nivel freático se abate drásticamente al menos 3 metros por año, forzando a que los pozos se perforen cada vez a mayor profundidad alcanzando agua "fósil", que desgraciadamente, está contaminada con arsénico y fluoruro de origen natural. El resultado es una acelerada crisis que está causando estragos en la salud y los medios de vida de miles de personas en nuestra región.

Durante casi 10 años, en Caminos de Agua, hemos estado trabajando hacia nuestra misión de mejorar la salud humana y el bienestar de la comunidad mediante un acceso adecuado y asequible al agua limpia. Junto con el monitoreo de la calidad del agua, los programas educativos y las instalaciones de sistemas de captación de agua de lluvia y otros, hemos estado desarrollando además soluciones técnicas para los problemas increíblemente complejos que enfrenta nuestra región en materia de calidad de agua.

De hecho, en este momento, - literalmente mientras escribimos esto-, nuestro desarrollo tecnológico más importante hasta la fecha, se está volviendo una realidad.

Estamos en la cúspide de un gran avance

Durante años, hemos confiado en los sistemas de recolección de agua de lluvia como nuestra tecnología principal para crear acceso a agua limpia, y todavía es muy importante, especialmente al tratarse de un suministro de agua que se está agotando. Pero los sistemas de captación de agua de lluvia también tienen algunas limitaciones, específicamente porque es un proceso que requiere mucho tiempo y mano de obra con un alto costo inicial. Entonces, hace más de cinco años, cuando identificamos el arsénico y el fluoruro como los principales causantes de nuestra crisis hídrica, nos comprometimos en desarrollar una solución económica, efectiva y escalable, que pudiera eliminar estos contaminantes a nivel comunitario evitando a la próxima generación consumir agua contaminada con arsénico y fluoruro.

El arsénico y el fluoruro, incoloros, inodoros e insípidos, no se eliminan con los métodos tradicionales ni con la mayoría de los sistemas de tratamiento disponibles comercialmente. Al inicio, nos propusimos investigar y evaluar las mejores prácticas y las pocas tecnologías disponibles. Desafortunadamente una combinación de circunstancias, incluida la química del agua en nuestra región, hizo imposible el uso de soluciones convencionales y ya existentes. Así que decidimos que teníamos que desarrollar una solución propia y de acuerdo con las necesidades que la región demanda.

Hoy, cinco años después y con decenas de miles de horas invertidas en el laboratorio y en campo; con casi 30 pasantes técnicos que han trabajado con nosotros a largo plazo, supervisados ​​por nuestro equipo de ingenieros; con aciertos y fracasos y con pruebas aparentemente interminables, por fin nuestro "Sistema de Tratamiento de Aguas Subterráneas" (GTS, por sus siglas en inglés) está en pleno funcionamiento y acaba de entrar oficialmente en línea en su primera prueba en la comunidad. Este es el paso final antes de una implementación a mayor escala. Durante los próximos 12 meses, probaremos la capacidad de GTS para filtrar de manera efectiva y continua el arsénico y el fluoruro mientras produce agua potable para una comunidad local, a 15 minutos del centro de San Miguel. El aprendizaje en este crítico paso, nos permitirá implementar GTS en poblaciones más grandes, así como afinar nuestras estrategias para la educación y la capacitación comunitaria.

No podremos llegar a la meta sin SU ayuda

GTS cambiará el paradigma del tratamiento del agua en nuestra región y a nivel global. Brindará una solución efectiva y apropiada a las personas, familias y comunidades en riesgo y lo hará más rápido y más económico, lo que nos permitirá mitigar terribles riesgos para la salud y la crisis económica.

Pero llegar allí, es una propuesta cara; especialmente para una ONG pequeña y luchadora como Caminos de Agua. Necesitamos financiar pruebas costosas, adquirir equipo adicional y contratar a más personal que tanto se necesita.

Entonces, si usted es uno de los muchos que toman decisiones sobre su donación anual este mes, considere hacer de Caminos de Agua una prioridad. Como siempre, estamos muy agradecidos con ustedes, nuestros colaboradores y la forma en que nos han apoyado y continúan ayudándonos a impactar a más personas.


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