Muchas preguntas -pero pocas respuestas- sobre el futuro del agua en la zona urbana de San Miguel de Allende, Gto.
El 'Acuaférico': Un proyecto municipal lleno de incertidumbres
Por Romeo Robles
Foto: Una sección del recién acuaférico (crédito: Boletín Gobierno del Estado de Guanajuato).
Antecedentes: ¿Qué es el Acuaférico?
Los residentes de San Miguel de Allende quizá hayan notado un aumento del desarrollo urbano en los últimos dos años. El "Acuaférico" es una respuesta a ello: un proyecto municipal de agua destinado a satisfacer la creciente demanda de agua que se espera en San Miguel en los próximos años debido al crecimiento urbano previsto.
Mediante la perforación y la interconexión de seis pozos nuevos y otros ya existentes, creando una red de 12 km de tuberías - todo ello operado a través de un flamante centro de control remoto - las autoridades locales del agua encargadas del proyecto (SAPASMA) pretenden llevar más agua a los nuevos desarrollos urbanos, así como al sistema municipal de agua ya existente. Los seis pozos interconectados, situados cerca de la Presa Allende, bombean el agua hasta una planta de recién construcción, denominada Cárcamo (situada cerca de la Unidad Deportiva). En total, el agua se bombea hasta 285 metros de altura (~935 pies), donde se redistribuye a las urbanizaciones de las zonas altas del oeste y noroeste de la ciudad. El objetivo de este enorme proyecto de infraestructuras es dotar a la zona urbana de San Miguel de agua suficiente, pero sólo hasta 2041.
La fase inicial del proyecto, que incluye la construcción de la colosal planta de Cárcamo, se completó en octubre de 2021 y ya está en funcionamiento, según SAPASMA.
El Acuaférico ha estado lleno de controversias desde su inicio debido a la falta de transparencia en cuanto a su construcción, los costos de operación, los permisos federales, la falta de estudios ambientales, el impacto potencial en las comunidades rurales aledañas y la falta de análisis de calidad y cantidad de agua que se pone a disposición del público. De hecho, sólo recientemente, cuando el proyecto ya estaba muy avanzado, la ciudadanía de San Miguel se enteró del costo financiero del Acuaférico.
De acuerdo con una presentación del proyecto realizada el 2 de octubre de 2021 por SAPASMA, el costo total ascendió a por lo menos 105 millones de pesos (aproximadamente 5.25 millones de dólares) para los tanques, pozos, tubos y la infraestructura física necesaria. Los costos de operación aún se desconocen.
Más preocupante para nosotros en Caminos de Agua, es el hecho de que la sobreexplotación de nuestro acuífero, y la inclusión de nuevos pozos al sistema municipal de agua, sólo puede contribuir a la creciente disminución de nuestro nivel freático, así como contribuir potencialmente al aumento en los niveles de contaminación del agua e incluso nuevos contaminantes que entran en el suministro de agua.
¿Por qué este proyecto es una amenaza potencial para la calidad del agua?
La contaminación del agua está directamente relacionada con la sobreexplotación de nuestro acuífero. Nuestra región -la cuenca del Alto Río Laja- ha sido sobreexplotada sin descanso durante las últimas cinco décadas. Hemos pasado de tener apenas unos 600 pozos en los años 60 a más de 3.500 pozos en 2021 (esto sin tomar en cuenta los pozos perforados ilegalmente).
Cuantos más pozos se perforan, más baja es la capa freática. Cada año, el acuífero desciende 2-3 metros (~6-7 pies). Esto nos obliga a cavar pozos más profundos para llegar al recurso vital. Por desgracia, a estas profundidades, el agua está muy contaminada con sustancias químicas de origen natural, como el arsénico y el fluoruro, un fenómeno que se ha extendido por todo el norte de Guanajuato, amenazando a una población de unos 680.000 habitantes, incluidos los residentes de la ciudad de San Miguel.
Para complicar aún más la cuestión, la explotación de aguas subterráneas en una zona tan condensada -como los múltiples pozos que se están perforando en torno a la Presa Allende para este proyecto - ha demostrado aumentar específicamente los niveles de arsénico en el agua. Este fenómeno descubierto en otras partes del mundo afectadas por este contaminante, se presenta debido al cono de depresión que se crea, que puede exponer más suelo al oxígeno y liberar más arsénico en el agua.
Además, dada la proximidad de los nuevos pozos a la Presa Allende, nos preocupa la posible introducción de nuevos contaminantes, concretamente productos químicos orgánicos, como los pesticidas, procedentes de la escorrentía agrícola. Históricamente, no nos han preocupado tanto estos productos químicos por una serie de razones, pero este nuevo proyecto pone en cuestión esta cuestión.
El consumo prolongado de arsénico y fluoruro-totalmente solubles en el agua e indetectables sin instrumentos complejos- ya está teniendo efectos terribles en la salud de miles de personas en nuestra región. La fluorosis dental y ósea (los dientes se vuelven marrones y los huesos se deforman y se vuelven quebradizos), las lesiones cutáneas, las enfermedades renales crónicas, los problemas de desarrollo cognitivo y de aprendizaje en los niños, y varios tipos de cáncer, son algunos ejemplos de los efectos perjudiciales e irreversibles para la salud.
La búsqueda de transparencia
Foto: Mapa del acuaférico hecho en Google Earth. (crédito: Boletín Gobierno del Estado de Guanajuato).
"Toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible."
- Artículo 4, Constitución Mexicana
En 2012, la Constitución Mexicana fue modificada para reconocer el acceso al agua segura, suficiente y asequible como un derecho humano universal. Debido a la naturaleza del proyecto de Acuaférico, se han planteado muchas dudas pero muy pocas respuestas sobre su seguridad, suficiencia, aceptabilidad y asequibilidad. Algunas de estas dudas fueron planteadas por diferentes especialistas durante la presentación del "Acuaférico Ignacio Allende". Una charla organizada por el grupo ciudadano "Yo soy San Miguel de Allende".
El Dr. Gonzalo Hach Kuri, geólogo, afirmó que no hay datos suficientes para determinar si este proyecto tendrá un impacto negativo o positivo en términos ambientales. César Arias -activista, abogado y fundador de El Charco del Ingenio- señaló que varias comunidades ubicadas en las cercanías de los nuevos pozos tienen quejas sobre no haber sido atendidas, además de plantear dudas específicas sobre la construcción, los costos de operación y los beneficiarios de este proyecto, que aún no han sido respondidas por SAPASMA.
En Caminos tenemos una lista de preguntas a considerar, a las que no hemos podido encontrar respuesta:
¿Cómo, cuándo y quién se va a encargar de determinar si la calidad del agua que sale de estos nuevos pozos es segura para el consumo humano?
¿Cómo podemos estar seguros de que no hay una infiltración directa de contaminantes -incluyendo pesticidas y otros posibles productos químicos de la producción agrícola cercana- procedentes de la Presa Allende y sus alrededores en estos nuevos pozos?
¿Cuál será la calidad del agua, el impacto ambiental y humano de la perforación de tantos pozos nuevos en un área tan pequeña?
¿Dónde están los estudios sobre el impacto ambiental de este proyecto y cuándo se pondrán a disposición del público? ¿De qué tratan los estudios, qué metodologías se utilizaron, quién los realizó y bajo qué autoridad se llevaron a cabo? Si no existen tales estudios, ¿por qué?
¿Cómo se ven afectadas las comunidades vecinas? Se supone que no recibirán esta agua, dado nuestro actual conocimiento del proyecto.
¿Cómo repercutirá esta tremenda extracción de agua en una pequeña zona en la cantidad y calidad del agua de las comunidades vecinas?
Seguiremos buscando respuestas a estas y otras preguntas a medida que se desarrolle el proyecto, y seguiremos informando a nuestros seguidores, como tú, de nuestros hallazgos.
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